Podemos esconde sus cuentas en pleno cerco judicial: es el único partido que aún no las ha publicado
Cero en transparencia. Podemos es el único de los cinco grandes partidos de ámbito nacional que aún no ha publicado en su página web sus cuentas anuales correspondientes al ejercicio de 2019. Mientras que estas semanas PP, PSOE, Vox y Ciudadanos han difundido sus balances contables, los de Pablo Iglesias optan por el cerrojazo informativo en pleno cerco judicial por los escándalos vinculados a sus operaciones.
El primer partido en difundir su cuenta de resultados fue Vox que en marzo aprobó su auditoría interna. Posteriormente fueron el PSOE y el PP quienes arrojaron luz sobre su salud económica. Por último, Ciudadanos este miércoles ha facilitado en su página web los diferentes documentos. Sólo Podemos sigue sin informar de sus cuentas de 2019.
A falta de los datos del partido de Iglesias, el PSOE es el partido con más activo no corriente (72.010.159 euros) seguido del PP (63.391.701 euros), Vox (1.087.136 euros) y Cs (602.459 euros). En cuanto a activo corriente, los bienes que, por el contrario, permanecen en la entidad menos de un año, los socialistas encabezan el ránking con 59.864.850 euros, seguidos de PP, Vox y Cs. Del mismo modo, en relación al pasivo (deudas y obligaciones), el PSOE encabeza el ránking seguidos del PP y de Vox y Cs, estos dos últimos destaca que no tienen deudas a largo plazo (pasivo no corriente).
Podemos aseguró que iba a ser el único partido que desglosaría a qué destinaba «céntimo a céntimo» su dinero. Sin embargo, ya no aparecen en su Portal de Transparencia sus facturas escaneadas que hasta 2017 difundían trimestralmente. Mediante estos documentos se comprobó que el partido gastaba dinero en bebidas alcohólicas o en pagar las multas de tráfico de sus dirigentes.
Las últimas cuentas que aparecen disponibles en la web de Podemos corresponden a 2018. Se difundió el balance de situación, la cuenta de resultados, el detalle de las subvenciones recibidas, la memoria económica, los procedimientos de control interno, el informe anual de control interno, el listado de donantes con aportaciones superiores a 5.000 euros, el informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas, y la ejecución presupuestaria. Una serie de documentos que los partidos tienen que difundir anualmente como publicidad activa en base a la Ley de Transparencia.
Nóminas y donaciones
Algo similar ocurre con las nóminas. Al comienzo de su andadura como partido, Podemos difundía estos documentos PDF de cada uno de sus cargos públicos. Sin embargo, desde 2017 no se informa a este respecto ni de las declaración de bienes. Por ejemplo, Pablo Iglesias e Irene Montero, según la web de Podemos, no tienen aún ningún hijo y no poseen el célebre chalet de Galapagar.
También la opacidad se cierne sobre las presuntas donaciones. En 2017 desarrollaron la tercera edición del Proyecto Impulsa en el que, con transparencia y con criterios públicos, repartían parte de los sueldos públicos. Desde entonces esas supuestas cesiones se hacen sin luz ni taquígrafos. Por su código ético, los cargos públicos de Podemos debían donar la parte de su sueldo que supere los tres salarios mínimos para luego destinarlo a fines sociales. Sin embargo, se dejó de cumplir con el entusiasmo inicial. Como revelan las cuentas de Podemos, esta partida de ingresos bajó 336.733 euros en un año de 2017 a 2018.
Únicamente consta a este respecto la declaración judicial del ex abogado del partido, José Manuel Calvente, donde afirma que esas cuantías se ingresaban en una «caja B» y el equipo del diputado Rafa Mayoral lo distribuía a su antojo. Parte de esos 50.000 euros habrían ido a parar a #404 Comunicación Popular, una asociación que ejerce labores de productora de televisión para difundir protestas callejeras. Este asunto se está siendo objeto de investigación en el Juzgado de Instrucción número 42 de Plaza Castilla.
Detalles de las cuentas
Como comprobó OKDIARIO, las cuentas de Podemos muestran la cara oculta de los de Iglesias. En los documentos oficiales que publicaron hace un año, aparecen revelaciones como que en el partido hay más hombres que mujeres contratados a pesar de hacer bandera del feminismo, la paridad y del lema «Unidas Podemos». Igualmente, consta que la precariedad laboral es la nota dominante en el partido de los círculos: los trabajadores temporales superan en número a los indefinidos, a pesar, de nuevo, que la formación hace gala de su atención a los empleados.
Igualmente, llamaba la atención el creciente gasto en propaganda y publicidad. Sin contar los actos de campaña electoral, en redes sociales y otras plataformas los ‘morados’ desembolsaron 121.583 euros en propaganda en 2018, doblando la cifra del año anterior (63.177 euros).
Otro detalle interesante es que aunque Podemos demoniza el equilibrio presupuestario en las cuentas del Estado, a sí mismo se aplica recetas de austeridad. En la memoria de sus cuentas de 2018 puede leerse que «los principios de responsabilidad y austeridad siguen siendo la base de toda la actuación en materia de finanzas y transparencia».
Del mismo modo, reconocieron que veían innecesaria la auditoria externa que venían contratando. A riesgo de ahondar en el descontrol contable, la formación asegura que con el control del Tribunal de Cuentas es suficiente. Por el contrario, otros partidos optan por reforzar la inspección con un control adicional de una empresa independiente.
Por último, los de Iglesias reconocían que no cumplían sus objetivos en materia de transparencia. «Se hace necesario y urgente acometer un análisis de los objetivos de transparencia, los procesos de trabajo que genera y una mayor inversión en desarrollo informático. El compromiso de Podemos es ir más allá de los requisitos legales para marcar un nuevo estándar en la transparencia de partidos políticos», indicaban.